Una vez más Ian McEwan, nos da la oportunidad de poder disfrutar de sus relatos, historias de familias, de cosas que no se dicen, de silencios, donde la vida de los habitantes de la mansión parecen deslizarse con apacible elegancia. La historia comienza en una gran casa de campo, la familia Tallis se reunen a pasar unos dias de vacaciones, el matrimonio, los hijos, los amigos...paseos por el campo, meriendas, veladas nocturnas, todo parece perfecto, hasta que comienza a aparecer algunas notas disonantes, palabras dichas y como estas pueden cambiar las vidas de toda la familia y de fondo una durisima guerra.
Como en la mayoria de obras de McEwan, el drama íntimo, los caminos que se van abriendo, los que vamos dejando, nos van llevando nos van deslizando de una forma sencilla a lo largo de la vida.
..Los Tallis empezaban a entender que la benjamina de la familia poseia una mente extraña y facilidad para las palabras...
